En un luminoso día de enero, Alizza, una joven luchadora, cumplió su sueño de explorar el zoológico. Sus ojos, llenos de asombro y alegría, se movían rápidamente de un animal a otro, capturando cada momento mágico. La visita se convirtió en un escape maravilloso, permitiéndole a Alizza dejar atrás, aunque solo por un día, los retos que enfrenta.

La risa y la emoción de Alizza resonaron en el zoológico, sirviendo como un recordatorio conmovedor de la importancia de los momentos felices. Este día especial no solo le ofreció a Alizza un respiro en su valiente batalla, sino que también nos enseñó a todos el impacto transformador de la compasión y el apoyo comunitario.

Extendemos nuestro más sincero agradecimiento a Andrea Alava y al Zoológico El Pantanal por su generosidad y compromiso. Su colaboración en la realización de este sueño no solo brindó a Alizza un día de inmensa felicidad, sino que también reafirmó la fuerza de la solidaridad y el amor en acción.